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Durante la semana pasada se ha desarrollado una polémica en este espacio, que ha provocado cierta expectación. Todo se ha desarrollado, en este blog, un par de artículos más abajo.
Publicamos dicho artículo, en el que mostrábamos unas imágenes que podrían sugerir que el diseño expositivo de Tebeos en Angulema, la exposición que Álvaro Pons y Paco Cerrejón han dirigido y coordinado, respectivamente, fuera un plagio del proyecto MicroTBOteca, impulsado por el diseñador Juan Santos y quien esto escribe, Christian Osuna.
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Como digo, la polémica causa una cierta sorpresa y limitada alarma en las redes sociales interesadas en la cultura de los tebeos. También algunos profesionales se ponen en contacto con nosotros para mostrar su preocupación y apoyo. Y a continuación se desarrollan una serie de comentarios en este mismo espacio en el que las diferentes partes, Intervento2, Paco Cerrejón, Juan Santos, yo mismo y algunos más, exponemos nuestros argumentos.
Por su parte, Álvaro Pons se había puesto en contacto por teléfono de manera prácticamente inmediata a la publicación del artículo. Álvaro mostró el mismo asombro y preocupación que el resto. Y, asumiendo la total responsabilidad sobre la exposición, se comprometió a llegar al fondo de la cuestión, investigaría y, por supuesto, llevaría la cuestión ante el Ministerio, último responsable de todo el proyecto.
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Álvaro Pons |
Por nuestra parte, Juan Santos y yo, convinimos que una vez habían quedado expuestas las posturas, nuestras dudas y las excusas y explicaciones tanto de Paco Cerrejón como de Intervento2, la empresa responsable del diseño de la exposición, esperaríamos a la investigación y conclusiones que ofreciera Álvaro.
Si bien poco nos habían podido tranquilizar estas primeras y confusas explicaciones previas, bastante más insatisfechos nos han dejado las conclusiones de Álvaro. Tanto en su contenido como en su forma.
No hemos tenido que esperar mucho. La investigación no se ha prolongado más que tres o cuatro días. Así que Pons publica una serie de entradas en el mismo hilo de comentarios en el que toda la polémica se ha desarrollado. No se trata de un comunicado público general, ni una nota enviada a blogs o prensa… Nada que ver con un acto de aclaración pública y notoria.
Y ese mismo día, Álvaro publica su decisión de abandonar toda actividad profesional relacionada con el medio. Cierra su blog. Pasados unos días, no hay llamadas ni conversaciones posteriores. Parece que los comentarios de Alvaro cierran la cuestión y son las conclusiones definitivas a todo este embrollo. Todo muy apresurado a nuestro entender.
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Según concluye Álvaro, el y solo el, ha tenido relación con Intervento2. Como el no conocía nuestro proyecto y Cerrejón, que sí conocía o debería conocer la MicroTBOteca, tal y como el mismo ha reconocido, no ha mantenido relación ninguna con la empresa Intervento2, no se ha podido filtrar nuestro diseño y no hay motivos para pensar que exista un plagio. Así que queda claro que Cerrejón nunca había tenido contacto con Intervento2 ni había participado en decisión alguna sobre el diseño.
A estas alturas, ¿le importa a alguien si hay o no hay plagio en el diseño de la tebeoteca de Tebeos en Angulema?
A Juan Santos y a mi, si. Desde luego. Porque cada explicación acerca de la suerte que corrió el proyecto MicroTBOteca una vez lo puse en manos de Paco Cerrejón, no hace sino inquietarnos. La última explicación, Alvaro también lo indica, es que desestimó mi proyecto por cuestiones presupuestarias.
Aceptando la palabra de ambos, parece que Cerrejón ha impulsado este proyecto, pero sin participar ni comunicarse con una parte importante del mismo, como es la empresa que va a instalar y montar el espacio donde todo se va a desarrollar, incluidas las actividades bajo su responsabilidad. Bueno, en una ocasión sí acompañó a Álvaro a una reunión! ¡Qué lástima! Si no se hubiera reunido NUNCA con ellos, si que podríamos afirmar, que no hay posibilidad de que se hubiera filtrado nuestro diseño… Pero ¿de qué estamos hablando? ¿De un asunto de plagio o de una epidemia de gripe?
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Paco Cerrejón |
No se qué me intranquiliza mas, si la posibilidad de que alguien se haya estado paseando por los despachos con un puñado de proyectos ajenos bajo el brazo –MicroTBOteca incluida-, la sensación de que toda la argumentación de Álvaro está cogida con alfileres con la única intención de zanjar, o que se haya coordinado todo este “gran proyecto” con este espíritu, con esta dejadez, con esta improvisación que se nos muestra ahora.
Álvaro también nos explica que Paco Cerrejón le informa, ahora, que había recibido ese montón de propuestas para el proyecto. Parece que no se atendieron, ni siquiera las compartieron entre ellos. Así que parece que hay un montón de iniciativas provenientes del sector de los tebeos que intentaron formar parte de este proyecto pero ni siquiera llegaron al responsable real y definitivo. La idea de que este fue un proyecto abierto, general y consensuado se difumina.
Por otro lado Paco no podría desestimar el proyecto MicroTBOteca por cuestión presupuestaria. Nunca tuvo valoración alguna. No se la enviamos. No nos la pidió. No solo no hay motivo ni razón para que se desestimara o desatendiera nuestro proyecto, y otros muchos según nos cuentan, sino que se hizo con poca seriedad. A la ligera, se desestimó un proyecto que acabó siendo instalado en la feria. O uno muy parecido, o equivalente. Esto deja patente la incapacidad o falta de voluntad para canalizar o atender propuestas del sector para el proyecto de Angulema -por lo menos la que yo hice- y la poca comunicación que, en este sentido, existió entre ambos.
Álvaro Pons, responsable del proyecto y Paco Cerrejón, en principio impulsor y co-responsable, pero con el devenir de estos acontecimientos, reducido a impulsor y simple coordinador de actividades que no se desarrollaron, demuestran con sus diferentes explicaciones que todo fue un delirio de urgencia, incomunicación y escasez presupuestaria. El relato de Álvaro muestra que todo es de color de rosa y estamos ante el proyecto que aúna a las diferentes instituciones (¿cuales?) del mundo del cómic, es apoyado por casi toda la industria (¿quién no lo apoya?) y resultó un éxito de público y crítica. Incluso augura un éxito sin precedentes para la MicroTBOteca, que considera más bonita y mejor que ninguna, a pesar de conocer el proyecto de refilón. Y también nos regala una explicación bastante completa de cómo se ha desarrollado el proyecto desde sus inicios hasta su montaje en Angulema. Hemos recibido el regalo de conocer lo urgente, apresurado y escaso de dotación económica que fue el encargo. Y todo su desarrollo a partir de un proyecto que aparentaba ser algo más sencillo de lo que ha terminado siendo, cuyas licitaciones se han hecho de forma directa o a través de un concurso publicado y resuelto a toda velocidad y cuya ejecución se ha llevado a cabo con igual prisa y la extraña circunstancia de que las partes no se comunican.
Álvaro resuelve con la publicación apresurada de una sarta de reflexiones y explicaciones, ráfagas de ideas y datos, levemente razonadas con la intención de zanjar el asunto. Deslizando la estupenda idea -se ve que producto de una investigación exhaustiva de tres días o un discreto navegar por webs de diseño y cuatro conversaciones de teléfono- de que todo es fruto del dios de la casualidad en el diseño y la creación. Pons deja claro que el proyecto de Intervento extrae sus ideas de otros proyectos o diseños semejantes, que anteriormente se han publicado a lo largo y ancho de internet. Explica que la parte del proyecto Tebeos que se parece tanto a MicroTBOteca, se decidió y definió en el último momento. Y para diferenciarlos, o llamar a la casualidad, Álvaro se empeña en explicar algunas claves de ambos proyectos que no conoce o no ha entendido. Pongo solo dos ejemplos: En MicroTBOteca, nunca hemos planteado utilizar re-board como material, vamos por otro lado. Porque pareciera que todo se explica porque el uso de cartón troquelado es muy habitual o está de moda. Del proyecto propio también se le escapan cosas como que los taburetes instalados en Angulema no son un diseño de Intervento para ese espacio, es un modelo comercial perfectamente conocido y difundido. Porque pareciera que no hay plagio porque los taburetes de Juan Santos (estos si son originales) y los de Intervento2 no se parecen en nada. No hay demasiada reflexión ni analisis en todo esto. Hay prisa.
No estoy diciendo que Álvaro mienta, yo no lo creo. Solo digo que se está dando demasiada prisa en resolver el asunto. En zanjar la cuestión. A estas alturas ¿es importante si han plagiado o no los diseños de Juan Santos? ¿Es importante el contexto en el que se desarrolla la explicación definitiva? Una farragosa, pero muy leve en su contenido, explicación. Bien guardadita en este blog, en el preciso momento en que el propio Álvaro nos anuncia su abandono de sus actividades profesionales en el sector.
Por cierto que dicho anuncio abre algunas dudas como, ¿quién se va a ocupar de comisariar la exposición en su itinerario por todo el mundo? Ahora que Pons se retira de estas actividades para recuperar su condición de lector de tebeos.
Por el relato del proceso de trabajo narrado por Álvaro, gracias a todo este pequeño embrollo y todas estas incongruencias que van apareciendo, quizá anecdóticas o casuales, quizá no, desde mi perspectiva, y una vez que junto a diferentes adhesiones por parte de profesionales, también he recibido no pocos comentarios acerca de los problemas que han empañado la presencia de España en Angulema, la cosa no ha salido tan bien. Lo siento mucho pero, a diferencia de lo que opinaba hace una semana, Tebeos en Angulema se ha saldado con determinados problemas que están en la cabeza de todos. Siento tener que ser yo, en este contexto, quien diga que no todo ha salido bien. Aunque se insiste machaconamente en que el evento no ha quedado deslucido por unas imágenes pixeladas, la falta de un catálogo en condiciones y unas traducciones al francés que parecen haber dejado claro que los españoles somos incapaces de salir solos al extranjero, estas son, ni mas ni menos, las tres primeras razones que demuestran que NO todo ha salido bien.
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Parece que hubiera sido mejor si todo esto se hubiera hecho con un poco mas de calma, con mas tiempo. Quizá tomarse un par de años para un proyecto de esta importancia para el mundo de la historieta en España. Quizá esforzarse realmente en aunar en torno a esta oportunidad a todos los agentes posibles del sector, la mayor cantidad de sensibilidades. Aprovechar la ocasión para mejorar la comunicación entre todos. Poner en pie un proyecto sólido, sin bandazos creativos ni de contenido, sin soluciones de último minuto, abierto, cristalino, público, común.
Concedo a cualquiera la posibilidad de equivocarse, de olvidar o perder las buenas intenciones por el camino. Conozco bien el sistema en el que vivimos y trabajamos y lo complicadas que pueden volverse las cosas. Porque, ahora si lo tengo claro, Álvaro Pons y Paco Cerrejón se han dejado arrastrar por la urgencia y el remolino institucional. O se han tirado de cabeza. Al grito o discreto susurro del “ahora o nunca”, nos han arrastrado a todos -el medio y el presupuesto son de todos- para concluir en esto. E insisten en que todo ha sido un éxito.
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Y no son tiempos para el “más vale pájaro en mano…”, no son tiempos para vivir y trabajar a remolque de las instituciones, acomplejados y pidiendo perdón por molestar con nuestras cositas, y no son tiempos para las “verdades mejoradas” heredadas de la política, la administración y los medios, todos empeñados en dibujar una realidad hermosa, cuando interesa, o el discurso del miedo, cuando viene mejor. Pareciera que tuviéramos que ser prudentes y no molestar a la bestia institucional con estas tonterías sectoriales, no fuera a ser que no vuelvan a concedernos la “edad adulta” ministerial y presupuestaria. Si enmascarando la realidad con palabras y reflexiones apresuradas, vacías o que no se ajustan a la realidad, hay quien se puede ir a casa tranquilo con la satisfacción del deber cumplido, mal asunto.
Quizá todavía nos debe el plazo de los ruegos y preguntas.
RECTIFICACIÓN:
Una vez publicado este artículo, recibí una llamada de Álvaro. Me hizo notar un error GRAVE por mi parte. La lectura de este texto da a entender que Álvaro, con sus explicaciones en los comentarios citados ha concluido su investigación. Es un error de percepción mio, ya que Álvaro me hace notar, que estos comentarios son sus opiniones personales y en respuesta a los comentarios suscitados. Pero que estos comentarios, ni mucho menos dan por zanjada la cuestión y, como bien indicaba en esos mismos comentarios, presentará indefectiblemente su informe al Ministerio, incluyendo la cuestión de un posible plagio. A los responsables del Ministerio corresponderá decidir y tomar las medidas oportunas ya sea para cualquier cuestión de plagio o sobre cualquier otra consideración.Como decía es un error grave, puesto que invalida ABSOLUTAMENTE algunas de mis reflexiones acerca de la forma en que Álvaro ha encarado tanto el proyecto al completo, como el asunto mas concreto del presunto plagio.
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¿Un comunicado? ¿Una nota oficial? ¿Por qué? Palabra que no entiendo los usos y maneras del siglo XXI. Vaya por delante que creo que escribir sobre este asunto es un poco baldío: la mayor parte de los lectores de esta entrada no tenemos ni idea de diseño y no estamos capacitados para nada más que armar gresca. No podemos llegar a ninguna conclusión por nosotros mismos. Unos dicen que hay plagio, y otros dicen que no. A partir de aquí, posturas por doquier en función de las simpatías de cada cual.
ResponderEliminarRespecto a una respuesta oficial, o una nota de prensa... A ver, señores, esta polémica ha surgido en una entrada de un blog, y Álvaro Pons la ha aclarado en los comentarios de esa entrada en este mismo blog. Si quieren una respuesta en forma de nota de prensa, emitan una nota de prensa poniendo los puntos sobre las íes y sin tanta insinuación. "Alvaro Pons y/o Paco Cerrejón y/o Intervento han plagiado nuestro diseño". A ver qué pasa.
Y, finalmente, acabo con una reflexión: el derecho al pataleo lo tiene todo el mundo, naturalmente, pero esta clase de textos lo único que consiguen es viciar el ambiente y levantar sospechas. Poner en duda la trayectoria de teóricos y profesionales de trayectoria intachable. Si ustedes piensan que ha habido plagio, pues acudan a un juzgado con su correspondiente registro de patente de la MicroTBOteca y ya se verá. El resto es linchamiento y guillotina pública oigan. Su palabra contra la de los otros. Y juicios públicos de gente que en general no tiene ni idea de lo que están contando. No está el tiempo para esta clase de bromas. Hagan lo que hay que hacer donde hay que hacerlo.
Al contrario que el anónimo anterior, me entristece y me abruma que dentro del pequeño mundo del cómic, donde prácticamente nos conocemos todos y que es un medio en el que abunda -porque lo requiere- el amor, la camaradería y el desinterés, ocurran estas cosas.
ResponderEliminarTras leer la crónica de sucesos, es evidente que existen indicios de plagio; darle la espalda a este hecho, hacer como que no ha pasado nada, contentarse con explicaciones confusas, es abundar en la dejadez del que no respeta el trabajo de los otros, del que se lucra con algo que no ha hecho o del que colabora a ello; llamar a esta acción de justicia pataleo me parece un eufemismo que deja claro la calidad moral del que esto afirma.
Poco más que añadir, ya sólo mostrar mi apoyo y mis ánimos a Christian Osuna y Juan Santos.
"Es evidente que existen indicios de plagio". ¿Ven? Juicios paralelos. Basta iniciar una polémica y la gente ya sabe inmediatamente quién tiene la razón. Es más, usa palabras como "justicia", "indicio" y "plagio". El plagio es un delito. Los indicios los tendrá que evaluar la autoridad competente. Y la justicia la imparte un juez, no los lectores y los comentaristas de los blogs. Esto es una cosa demasiado seria como para que los implicados la traten de una forma tan frívola. Si los autores sospechan que ha habido plagio, lo suyo es ir al juzgado. Y cuando haya una resolución concluyente, una sentencia, entonces se publica lo que se quiera. Mientras tanto es jugar a lapidar verbalmente a los demás; al calumnia que algo queda. ¿Sospechan ustedes un plagio? Cojan su registro de patente y al juzgado. Tan sencillo como eso.
ResponderEliminarLamentablemente, tenéis poco que hacer. Cuando el copia-pega está a la orden del día, meteros en juicios e historias, os costará dinero, tiempo y lamentos. Dice Gallardón que vivimos en una sociedad con exceso de litigiosidad... si tuviéramos que denunciar a cada cafre que plagia algo lo multiplicaríamos por cinco. Es el problema de vivir en una sociedad donde lo más moderno es mofarse de los derechos de autor.
ResponderEliminarA mí las coincidencias también me parecen demasiadas. El tipo además (Fernando Muñoz de Intervento) se retrató cuando escribió aquello de: "en la era del copyleft, de la comunicación y del trabajo en red, en la que todos nos alimentamos del fluir abierto de las ideas, me parece anacrónico que aún existan sujetos que crean que son los unicos en tener una idea, y que ésta les pertenece." Lo que traducido al castellano franco viene a decir: "no sé de qué os extrañais, ahora todo el mundo copia a todo el mundo, no me jodas con que esa idea era tuya, las ideas son de todos, es decir, las tuyas son mías, porque yo ideas tampoco tengo tantas, si no no haría lo que hago". La era del copyleft, dice...
Por mi parte sólo aclarar dos cosas:
ResponderEliminar- Mi abandono de la primera línea de divulgación e información es una decisión largamente meditada y no tiene, nada, absolutamente nada que ver con este asunto. Es posible, como hablaba ayer con Christian, que sea desafortunado el momento, pero era lo que había decidido. Las causas, como ya explico en La Cárcel, son estrictamente personales, buscando conciliar una vida familiar que he descubierto y me apasiona con la pasión también por los tebeos. El poner como "broche final" la expo de Angoulême no es, evidentemente, una expresión que indique mi grado de satisfacción con los resultados (que, como he dicho, es alto con los objetivos propuestos aunque crítico con los problemas que han sucedido, no creo que haya nadie al frente de un proyecto como estos que quede satisfecho al 100%), sino porque creo que es un buen momento para poner el punto final. Es posible que se un punto final de descrédito. O no, el tiempo lo dirá.
- Mi responsabilidad como comisario implica que debo continuar asesorando al ministerio en las cuestiones técnicas relacionadas con la itinerancia. Evidentemente, no eludo ninguna responsabilidad a la que me haya comprometido previamente, no me voy a casa "de rositas", sino sabiendo que hay todavía mucho trabajo técnico que realizar y que, desde luego, asumo.