viernes, 1 de marzo de 2013

Flores, Santolaya y cosas de las que no hablaremos

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Siempre hay algún tema que se nos queda fuera del programa. Cada viernes terminamos un programa y nos damos cuenta de que hay asuntos que se perdieron en las vicisitudes del falso directo.
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Teníamos la intención de tratar la reunión que tuvo lugar anoche en la madrileña The Cómic & Co, librería elegante y procelosa que, de vez en cuando, aloja eventos de postín. El Jueves 28 de Febrero de 2013, como decimos, tuvo lugar la presentación de las serigrafías que Vidas de Papel ha editado a partir de las páginas que Miguel A. Martín, Mauro Entrialgo y Santiago Valenzuela han expuesto sucesivamente en el proyecto La Ciudad en Viñetas, sobre el que ya hemos escrito aquí mismo. Las Hermanas Pacheco serán las cuartas y últimas colaboradoras en este ciclo de microexposiciones que organiza CentroCentro, en el antiguo Palacio de las Telecomunicaciónes de Correos, en Cibeles, hoy día sede del Ayuntamiento de Madrid.
Y en esa reunión, Mauro nos hizo un pequeño regalo, aquello de lo que queríamos hablaros. La edición impresa de un curioso proyecto basado en -y titulado- El Conflicto del Sahara.
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Y además tenemos importantes novedades acerca del muy inminente Salón Internacional de Cómic de Granada, que entre el 8 y el 10 de Marzo -la semana que viene- nos ofrece presencias de interés. Más allá del invitado de honor, Quino, podemos avanzar que por allí rondarán, si nada lo impide, El Torres, Jordi Bayarri, Iván Sarnago y José Fonollosa. Con lo precipitado que está siendo este año el evento granadino y su preámbulo, el Encuentro Profesional del Cómic de Granada, prometemos confirmar, completar, desmentir y añadir todo lo que sea interesante destacar durante esta escasa semana que nos queda para la décimoctava edición del Salón del Cómic de Granada.
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Por lo menos, si podemos prometer la entrevista que, a tenor de la exposición La Cocina del Dibujo, hemos preparado y escuchareis esta tarde: los ilustradores Enrique Flores y Toña Santolaya.
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1 comentario:

4ojos dijo...

Gracias por tu amabilidad y buen hacer, Antonia.